lunes, 2 de mayo de 2011

FUNDAMENTOS EDUCATIVOS DE LA LOGOPEDIA: PRUEBA DE EVALUACIÓN CONTINUA GRUPAL

A partir del caso clínico dado, se desarrollarán las fases de un programa de intervención con familias  para llevar a cabo una positiva y rápida recuperación de la disfemia que presenta el paciente.

En la primera fase, se estableció una relación entre el logopeda y la familia. El logopeda concretó una cita con la familia para obtener informes psicológicos, así como también posibles datos que la familia pudiera facilitar sobre los problemas que presentaba el paciente, Daniel. Algunos de los problemas que sobresalen son: falta de fluidez desde que comenzó a hablar, problemas de pronunciación que lo llevan a una baja inteligibilidad y a dificultades con la lectoescritura, así como también dificultades expresivas, dislexia, problemas de conducta al evitar tareas, bloqueos, la tasa respiratoria se veía afectada mientras hablaba, etc.

Una vez que el logopeda obtuvo los datos necesarios, aportados por la familia, se llevó a cabo la segunda fase. Se realizó una búsqueda de soluciones para eliminar las dificultades que presentaba Daniel.
Durante esta fase, fue importante que todas las personas del entorno del niño colaborasen en el proceso, siendo atentas y receptivas con él.

Una vez establecida la búsqueda de soluciones, se puso en marcha la tercera fase, denominada enseñanza de recursos para la comunicación. Durante esta fase el logopeda se encargó de dar una serie de pautas al entorno más cercano del niño para practicarlas con el fin de mejorar su comunicación.

En cuanto a la familia, el logopeda recomendó una serie de pautas que debían seguir para conseguir una buena interacción con el niño, y así, provocar que éste se encontrase motivado. También, se llevó a cabo una serie de ejercicios en los que Daniel tuvo la ayuda de su madre y después, se le animó a practicarlos con el resto de la familia. Primero debía hablar con su madre durante un tiempo limitado, y después, practicaría también delante de su padre y hermano. Se pidió a los padres que disminuyeran la complejidad de su lenguaje, ya que era demasiado difícil para el niño.

Por otra parte, el logopeda se puso en contacto con el profesor de Daniel. Éste colaboró en el plan de intervención mediante unas pautas marcadas por el logopeda, y le ayudó a tener una mayor fluidez. El logopeda le recomendó que realizara actividades de lectura en clase utilizando todo lo que había aprendido en casa. Se le ayudó en el ritmo de lectura, el profesor comenzaba leyendo un texto con una determinada velocidad, entonación, ect. dando lugar a la creación de un modelo que el niño imitaba y consiguiendo de esta forma, una mayor fluidez.
También se le planteó vencer aquellas situaciones que le resultaban más difíciles. Para ello se le enseñó trucos como bajar la voz, cuchichear, emitir un sonido prologando al comienzo de la emisión para darse tiempo para empezar, etc.

La cuarta fase es el seguimiento, cuyo fin fue valorar si el plan establecido provocaba resultados positivos o por el contrario había que realizar cambios en los objetivos planteados en los cuales se vio un retroceso.

Se observó durante un tiempo como Daniel se desenvolvía en las diferentes actividades planificadas. Tras 12 meses de tratamiento, el niño hacía frente a las dificultades y consiguió hablar sin bloqueos.
Al observarse ese avance, se fijó una sesión logopédica por semana.
Se informó a los padres que a pesar de esa reducción de sesiones, el niño debía en todo momento continuar realizando los ejercicios diarios.

Durante este seguimiento, Daniel tuvo algunos problemas. El logopeda explicó a los padres que esos problemas formaban parte del proceso evolutivo normal. Para la tranquilidad de la familia y para intentar resolver esos problemas, las sesiones pasaron a ser quincenales.

Finalmente, a los 19 meses se le dio el alta y se pudo observar que sus avances continuaban de manera exitosa

miércoles, 27 de abril de 2011

Actividad de aprendizaje basado en problemas

Este texto está dirigido a los padres de Juan, un niño que presenta dificultades articulatorias con determinadas palabras. El objetivo que queremos conseguir con este texto es que los padres de Juan no vean como un problemas las dificultades que tiene su hijo, y así poder ayudarle a que mejore su lenguaje.

A continuación expondremos las dificultades que tiene Juan junto con las posibles soluciones.
En primer lugar, se nos presenta que Juan comprende más palabras de las que emite, y alguna de estas, con problemas articulatorios.

Debemos comunicar a los padres que no es un problema, ya que según Benedict (1979), se adquiere antes la comprensión que la producción, es decir, Juan aprende palabras antes de poder producirlas.

Por otra parte, sería bueno conocer la edad de Juan para así saber si sus problemas articulatorios son normales o no, puesto que puede que aún no haya adquirido los fonemas de su lengua materna.

Pensamos que Juan se encuentra en torno a los dieciocho meses de edad.

En segundo lugar, Juan produce palabras que sólo son entendidas por su entorno familiar. El niño utiliza una serie de estrategias a las que su entorno familiar e ha adaptado. Estas estrategias son:

-         -  Evitación: los bebés suelen evitar aquellos fonemas que no les son fáciles.En este caso Juan no produce los fonemas que le resultan difíciles.

-         - Explotación de los sonidos favoritos: los bebés utilizan reiteradamente aquellos fonemas que les resultan más fáciles. Juan repetirá los fonemas en los que no tiene errores, es decir, aquellos que pronuncia con más facilidad.

Un aspecto a tener en cuenta por los padres de Juan para que éste elimine estas estrategias que ha adaptado, es que es conveniente que cada vez que diga las palabras que él dice mal, aunque la familia lo entienda, le enseñen la palabra correcta (cuando Juan diga “tota” los padres le dirán ¿qué quieres la pelota?).

En tercer lugar, Juan utiliza una palabra como si tuviera el significado de toda una frase, esto se denomina etapa holofrástica, en la cual se encuentra Juan.

Existen dos estrategias de adquisición del desarrollo de la semántica. Juan adopta ambas estrategias: la sobreextensión y la subextensión. La primera consiste en utilizar una misma palabra para referirse a varios objetos. En este caso para él, todos los animales de cuatro patas como un perro los llama “guau” (gatos, conejos, etc.).

También utiliza la subextensión, que se basa en aplicar una palabra genérica a casos específicos de significados generales. En este caso Juan utiliza la palabra “tota” para llamar a su pelota preferida, y las demás pelotas para él no son “totas”.

La dificultad que presenta Juan para referirse a perro como “guau” y a pelota como “tota” puede ser debido a que sus padres utilicen vocabulario infantil al dirigirse a Juan.

Además, como los padres de Juan no han pasado el suficiente tiempo con él, no han llevado a cabo las pautas rutinarias con las cuales Juan podría haber aumentado su vocabulario. A consecuencia de esto, los padres no han reforzado la adquisición del lenguaje del bebé mediante el baby talk.

 Tania Cañadilla López
María Fabián Forte
Claudia Horcajuelo Nanclares
Arantxa Muñoz Abad
Cristina Noriega Cuadrado
Maria Villaseca Manchado

martes, 8 de marzo de 2011

TEXTO COMPARATIVO DEFINITIVO

COMPARACIÓN ENTRE MODELO COGNITIVO Y CONDUCTISTA

Realizaremos un texto comparativo entre el modelo cognitivo y el modelo conductista. Para ello, a continuación se expondrán una serie de semejanzas y diferencias entre ambos modelos.

En primer lugar, el conductismo va a estudiar la conducta del sujeto mediante la observación, mientras que el modelo cognitivo va a estudiar los procesos mentales que se dan en los sujetos.

En segundo lugar, el modelo conductista está formado por tres tipos de aprendizaje (la contigüidad, que se basa en asociar un estímulo –visual o auditivo- con su respuesta, por ejemplo aprender a leer mediante dibujos; el condicionamiento clásico, que se basa en que ante un estímulo, el sujeto dará una determinada respuesta fisiológica, por ejemplo la salivación del perro de Pavlov; el condicionamiento operante, que se basa en la modificación de una conducta por la aplicación de refuerzos o castigos, por ejemplo si queremos que una rata no pulse un botón, cada vez que lo haga, se le proporcionará una descarga eléctrica). Sin embargo, el modelo cognitivo está formado por tres almacenes (memoria sensorial, a través de la cual llegan los estímulos y requiere de atención; memoria a corto plazo, en ella la información dura poco tiempo si no es repasada, en cambio si esto se da, la información pasa a la memoria a largo plazo, donde se queda almacenada indefinidamente).

En tercer lugar, el modelo conductista, el sujeto es pasivo porque él a sí mismo no se puede manipular. Ejemplos de este modelo serían: el perro de Pavlov es manipulado para que salive cuando suene la campana, cuando queremos que un niño adopte una conducta, reforzamos esa conducta para que aumente la probabilidad de repetición.
Por el contrario, en el modelo cognitivo, el sujeto es activo porque éste tiene que memorizar, atender, escuchar, etc. por sí mismo, nadie le manipula para que lo haga.

En cuanto a la diferencia entre olvido y extinción, el modelo conductista no da importancia al olvido, ya que es un proceso mental y éstos únicamente siguen los procesos conductuales (manipulan el entorno para que se produzca la extinción de la conducta). Ahora bien, el modelo cognitivo si tiene en cuenta el olvido, porque este modelo sigue los procesos mentales.

Para terminar, hacemos referencia a Bandura, el cual es conductista pero da importancia a los procesos mentales. Un ejemplo es, un niño que observa a un adulto maltratando un muñeco, él adquiere esa conducta y cuando ve el muñeco, se acuerda (proceso mental) e imita al adulto.

Este texto comparativo va dirigido a los alumnos de Psicología de 2º de Bachillerato. Nos basamos en que dichos alumnos han aprendido con anterioridad la teoría cognitiva y conductista.